La Marihuana En La Nebulosa

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Opinión - EDITORIAL La marihuana en la nebulosa El aplazamiento de la reglamentación de la ley que legalizó la marihuana confirma que el gobierno se lanzó a una aventura sin medir la complejidad de sus alcances

+ - 10.04.2014, 18:15 hs - ACTUALIZADO 18:19 Texto: -A / A+

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El aplazamiento de la reglamentación de la ley que legalizó la marihuana confirma que el gobierno se lanzó a una aventura sin medir la complejidad de sus alcances. A cuatro meses de que la mayoritaria aplanadora legislativa del Frente Amplio aprobara por su cuenta la norma, la multiplicidad de aristas del tema y el anuncio de todo tipo de ideas y opciones mantiene en la oscuridad la forma en que implementará la ley para evitar su seguro efecto de fomentar la drogadicción, especialmente entre los jóvenes. Al anunciar la postergación del plazo legal para reglamentarla, el secretario de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, aseguró que los técnicos “están trabajando con mucho cuidado para lograr lo mejor posible”. Pero es una ilusión creer que se puede mejorar lo inmejorable.

Fue equivocado el punto de partida del presidente Mujica al forzar la sanción de la ley con el argumento de que disminuirá la plaga de la pasta base y acogotará a los narcotraficantes que viven de ese negocio. En primer lugar, nadie discute ya las comprobaciones científicas de que el consumo habitual de marihuana es perjudicial para la salud física y mental, por más que sea un estupefaciente menos nocivo que otros. Al legalizarlo, se alienta inevitablemente su consumo sin garantía alguna de disminuir el de otras drogas, ya que nadie adicto a la pasta base o a la cocaína las abandonará por una sustancia menos estimulante. Y es ilusorio pensar que se combatirá eficazmente el tráfico ilegal. Las bien organizadas bandas internacionales de narcotraficantes son demasiado poderosas como para pensar que no encontrarán formas de mantener sus mercados clandestinos.

Y al margen de su claudicación conceptual de fondo, la nebulosa que rodea a la puesta en práctica de la ley se refleja en anuncios contradictorios o ideas lanzadas al viento. Primero se dijo que se permitiría a cada usuario cultivar hasta un máximo de seis plantas de marihuana en su casa. Como es una restricción imposible de controlar, después se anunció que las plantaciones serían en predios militares, endilgando a las Fuerzas Armadas una responsabilidad que no les corresponde.

Se aseguró que con la marihuana legal, se combatiría el consumo de pasta base en las cárceles, función que no compete a la reglamentación de la ley, sino a las autoridades carcelarias que, según el propio reconocimiento oficial, están omisas en cumplir esta obligación. También hubo un anuncio de usarla en hospitales con fines medicinales, pese a que no se conoce ni uno solo de los muchos estudios científicos que son indispensables para embarcarse en ese curso. La venta al público se haría en farmacias, pero muchas de estas firmas se niegan justificadamente a hacerlo.

El cenagal en que ha caído el fiasco marihuanero fue reconocido por Luis Yarzábal, presidente de una comisión de decenas de técnicos que trata de descifrar el enigma de cómo se implementará la ley. Reconoció que deberán pasar por lo menos cinco años antes de que se conozcan con precisión los efectos de la legalización de la droga porque “no hay esperanza de conseguir información definitiva antes de ese período”. Mujica había asegurado que derogaría la ley si se comprobaba que no sirve. Pero como dentro de cinco años ya no será jefe del gobierno, le caerá al próximo presidente la responsabilidad de corregir el error, ciertamente bienintencionado, pero no por eso, menos error.

fonte: http://www.elobservador.com.uy//noticia/276153/la-marihuana-en-la-nebulosa/